Crear paletas de colores armónicas y atractivas no es tarea fácil, ya que su uso correcto marca la diferencia de un buen diseño, espacio o definen a un buen decorador
No hay nada más relativo que el concepto de «combinar colores», pareciera ser que no existen parámetros para agrupar colores que funcionen y más bien esto es fruto del talento o el buen gusto. Pero estos parámetros existen además de toda una teoría del color con la cual podemos trabajar más allá de la intuición.
La rosa cromática
Conocida también como círculo cromático o color wheel, la rosa cromática no es más que el espectro de colores dispuestos en forma de estrella o rueda, ordenados en función a los colores primarios, estos son el rojo, azul y amarillo. Por otra parte, de la combinación de estos primarios surgen toda la gama de colores del espectro.
El matiz o tono es entonces la ubicación de un color dentro del espectro o de la rosa cromática, el que encontramos en su estado puro y su grado más alto de saturación. Esta saturación puede disminuir agrisando el color hasta el negro o puede acercarse al blanco, «apastelando» el color puro, en este último caso decimos que aumenta su valor.
A través de la rosa cromática y sus diversas combinaciones podemos crear paletas mediante la oposición de colores o recorridos dentro de la rueda.
La combinación más simple es la que toma dos colores posicionados en extremos opuestos de la rosa cromática, esta produce un efecto óptico que hace vibrar cada uno de estos colores definiéndolos como complementarios. Este tipo de combinación fue muy usado en la publicidad de los años 50 y en el Pop art.
La paleta formada de colores complementarios, exalta el nivel de saturación de cada color por lo que es muy llamativa y tiende a ser muy agotadora visualmente. Para evitar generar atmósferas cargadas a lo infantil o kitsch es recomendable:
- Trabajar con pocos elementos.
- Bajar la saturación de ambos colores con texturas o envejecidos.
- Elegir valores de colores complementarios apastelados o que tiendan al gris.
- Utilizar en zonas con amplitud visual, (no recomendable para espacios pequeños).
Con esta misma lógica podemos conectar distintos colores dentro de la rosa o rueda cromática para generar distintas armonías, trazando distintas formas que unen los elementos que formarán la paleta.
En todos estos recorridos que generan armonías, cada uno de los colores cumple una función dentro de la paleta y tienden a utilizarse en proporciones diferentes. Estas funciones coinciden con las que cumplen las notas musicales en un acorde y son las siguientes:
- Colores dominantes: Destaca los otros colores de la paleta al ser los menos saturados o más apastelados, por esto es recomendable utilizarlos en mayor proporción.
- Colores tónicos: Son complementarios del color dominante, es el más saturado de la paleta y por ende es recomendable utilizarlo en menor proporción.
- Colores de mediación: Actúan como conciliadores y de transición entre cada uno de los dos anteriores, suelen situarse cercanos al color tónico, en el circulo cromático.
En este caso el color mas saturado es el magenta presente en los marcos de los cuadros, el que se encuentra en menor proporción por su carácter de color tónico. El celeste y los grises, que son los más opuesto en la rosa cromática al color tónico y ayudan a destacar el resto de colores y finalmente la calidez del color de la madera actúa de transición e integra el color tónico con los demás.
Consejos:
- Define que atmósfera o que quieres comunicar con los colores a elegir en la paleta, ya sea calidez, tranquilidad o crear una atmosfera lúdica, sobria o moderna.
- Respeta las proporciones y funciones de cada color de tu paleta, el color más saturado o tónico cautelar su uso y dar más protagonismo a los colores dominantes y de mediación.
- Las paletas análogas o cuyo recorrido en la rueda cromática incluye colores cercanos y de un mismos valor, son más fáciles de armonizar o de integrar con un color tónico o más saturado.
- Busca un recorrido y jerarquía en los colores a utilizar en tu paleta, distribuirlos en relación a un centro de atención.
Entender como combinar colores es finalmente aprender a crear armonías donde cada elemento cumple una función como en un acorde musical, y genera un recorrido visual que nos ayuda a comprender mejor el espacio y potenciar cada objeto de la decoración.
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